top of page
Foto del escritorLaura Rodriguez Bolivar

REFLEXIONES: COSAS QUE HE APRENDIDO COMO MAESTRA TRABAJANDO EN UN MUSEO


¡Hola maestros! 

¿Cómo estáis? En algunas comunidades esta semana estáis ya trabajando. Yo todavía de vacaciones, aunque estoy esperando mi próximo destino. Llevo ya tres coles en lo que va de año... ¡La vida del interino! 

Para esta entrada titulada "Cosas que he aprendido como maestra trabajando en un museo" os traigo una experiencia personal. Ya en la primera entraba os comenté algunas cosas sobre mi breve camino profesional. Entre ellas que había estado unos tres años trabajando en un museo. ¿Cómo llegué allí? Para los que no habéis leído el primer post os lo vuelvo a contar, aunque profundizo un poco más.

Con el "magnífico" nuevo "Plan Bolonia" los estudiantes de Magisterio tenemos dos años en los que tenemos que realizar prácticas. Mi primer año lo pasé en un cole y el segundo decidí cambiar un poco y abrirme otras puertas. Para ello contacté con una de las mejores docentes (por no decir la mejor) con las que me encontré en la Facultad de Educación en Granada: Marisa Hernández Ríos. Ella siembre confió en mi y entablamos una muy buena relación. 

Me habló del Museo CajaGRANADA Memoria de Andalucía entidad con la que mantenía una muy buena relación. Ella lleva todos los años a alumnos para que no se cierren todas las puertas que ofrece nuestra profesión. Así que, finalmente decidí realizar allí las prácticas ese año. Y es que yo que siempre tendré la espinita de la Historia del Arte clavada (era la segunda carrera por preferencia que quería estudiar) vi ese museo como una combinación entre las dos cosas que me gustaban...¿Enseñar historia y arte a niños? ¡Genial! Me puse manos a la obra y realicé todo el papeleo entre universidad y museo, pues todavía no era un centro aceptado para realizar las prácticas y que ahora lo es para otros estudiantes de hecho por todos los papeles que hice.

Y así comencé mis prácticas en las que puse mucho entusiasmo y mucho trabajo. Tras el verano recibí una llamada en la que me comunicaban que querían contar conmigo, ya que había una vacante. Y así pasé tres años, hasta que me llamaron para empezar en un colegio. 

Pero de ese tiempo y ese museo tengo que sacar un montón de cosas buenas que han contribuido a que mejore como profesional y además muchas cosas que puedo extrapolar al mundo del colegio y que me van a servir para que los más peques aprendan.

1. Hablar en público: Si algo se aprende en un museo es a hablar en público. Te tienes que enfrentar a hablar en frente de grupos de personas diferentes. Hablar alto y claro para te escuchen y entiendan, y además a variar el discurso para conseguir mantener la atención en todo momento y que disfruten durante toda la visita. Esto para los maestros, que nos tenemos que enfretar a un tribunal, ante el cual tenemos que defender nuestra programación y unidad es una gran ventaja. También el enfrentarte a grupos de diferentes edades te hace aprender que no es igual la menera de dirigirnos a unos niños de Infantil, primero de Primaria, a chicos de sexto...

2. Improvisación: Cada grupo que viene al museo es un mundo y tiene características propias. También durante las visitas se pueden ir dando condiciones por las que tienes que modificar la actividad e ir adaptándote a las circunstancias (algo que no está, algo que se ha estropeado, otros grupos en la misma sala...). Esto allí pasa muy frecuentemente y lo mismo puede pasar en un aula. A veces hay actividades que no funcionan o simplemente hay que adaptarlas a un tipo de grupo y tienes que hacerlo en el mismo momento. Por ello el gran número de grupos y la variedad con la que nos encontramos los mediadores de museo en nuestro día y día puede ser un gran entrenamiento para enfrentarnos a un aula. 

3. Técnicas artísticas: ¡Algo que viene muy bien! Ya hablaré en otro post más profundamente del tema de Educación Artística en los colegios que es tratada en la mayoría de los casos muy mal. Por este tema es fundamental para los docentes conocer diferentes técnicas artísticas, que luego podremos utilizar en nuestro aula para conseguir lo que el currículum nos exige respecto a esa área.  Y es que en el museo he descubierto técnicas, nuevos materiales que ni conocía y he aprendido a hacer cosas que me serán de gran ayuda para tratar muchos contenidos que se tienen que tratar en el colegio. 

4. Historia: Sin duda Historia siempre fue una de mis asignaturas favoritas primero en el colegio, formando parte de "Conocimiento del medio" y después en el instituto. Me fascina eso de conocer la historia por las poquitas pistas que tenemos como documentos, restos, objetos... y que gracias a ellos podamos saber un poquito más como éramos hace muchos años y la cultura de esos pueblos. Y por este pensamiento me encantaba la idea de enseñar a los niños y no tan niños un poco de historia, hacerles entender esa importancia de conocerla y crear interés y motivación por aprenderla, sentir ese entusiasmo que sentía y siento yo por ella. Pero para eso, también he tenido que profundizar en cosas que bien había olvidado o cosas nuevas que tendría que aprender para dar una buena visita y contar todo lo que había que contar. 

5. Trabajar con diferentes edades: En el museo se atienden a grupos de todas las edades. Desde grupos de Infantil hasta grupos de jubilados que quieren aprender y pasar un buen rato. Por eso, aunque mi especialidad es la de Primaria he tenido que aprender cómo son esos grupos e ir adaptándome, lo que me ha servido para aprender sus características, cómo se comportan, qué les gusta y qué no, etc... Y eso por otro lado, me ayuda a entender más al grupo de edad en la que estoy especializada y sus diferencias con los demás. Además también hay maestros en hospitales, prisiones... y he podido conocer grupos de esas características. ¿Quién sabe en un futuro?

6. Trabajar en equipo: Como casi en todos los trabajos en el museo también tenemos que trabajar en equipo. Un equipo formado por profesionales de diferentes ámbitos como la Historia del Arte, el arte, la Pedagogía y la Educación. Esta variedad supone que todos aportemos lo que mejor sabemos para crear visitas y actividades variadas e interesantes. Por otra parte, la cantidad de circunstancias que se pueden dar en el museo, como ya comentaba anteriormente, hace esencial que entre mediadores nos comuniquemos, nos ayudemos y nos facilitemos el trabajo entre nosotros para que al final la visita salga lo mejor posible. 

7. Ideas para el cole: Como maestra, siempre estoy atenta a diferentes materiales y recursos que pueda utilizar en un fururo también en el cole. Adaptar e inspirar, que no copiar. 

8. Tratar diferentes tipos de estudiantes: Y yo diría que tratar con diferentes tipos de personas. Puedes encontrarte grupos o alumnos con los que es genial trabajar, que tienen buen comportamiento, están interesados, han trabajado la temática porque la están dando en el cole y forma parte de un proyecto, son educados...Sin embargo también puedes encontrarte con grupos rebeldes, que no sienten interés por aprender, que contestan o simplemente no hacen caso y esa es la realidad del colegio también. Cuando llegas a un cole no sabes que te vas a encontrar y el haber manejado gran cantidad de grupos con su gran variedad de alumnado ha hecho posible que entrene también este aspecto.

Bueno en resumen estas son las cositas que he aprendido y más destacables, aunque también podría añadir el practicar el inglés por los extranjeros que visitan los museos o por las visitas bilingües y otras razones en las que no caigo, pero que seguro que existen.


¿Alguno más de vosotros ha tenido una experiencia como la mía? 

¡Contádmelo! ¡Es un sitio para compartir!

2 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Σχόλια


bottom of page